También conocida como “aguililla”, ratonero común o busardo ratonero, está representado en Canarias por la subespecie endémica insularum, se encuentra en todas las islas salvo en Lanzarote. Se trata de un ave rapaz de tamaño medio, su longitud varía entre los 51-56 cm y 120-140 cm de envergadura.
Tienen patas con garras arqueadas y pico ganchudo adaptados para cazar. En vuelo se distingue por las alas anchas, ligeramente curvadas hacia arriba, cuerpo grueso, cuello corto y cola redondeada. Presenta varias fases de coloración, pero el color predominante es el marrón con partes inferiores listadas de blanco o crema.
El águila ratonera llega a vivir en libertad unos 25 años. Se alimenta básicamente de pequeños mamíferos, como ratas, ardilla moruna y conejos, e incluso carroña. Vive en laderas de montañas, riscos, barrancos, bordes de montes, etc.
Hace pocos años esta subespecie estaba prácticamente extinguida y hoy en día es relativamente común y bien distribuida. Gran parte de esta recuperación ha sido debida a la abundancia de sus principales presas. La población de Fuerteventura de este ave se ha incrementado espectacularmente en los últimos años, pasando de las 15-20 parejas estimadas en 1988 a las cerca de 80 parejas reproductoras en 2003 (Gustavo Peña Tejera, 2011).
Durante los meses de enero y febrero tiene lugar la formación de la pareja, la cópula y la construcción del nido, ya desde diciembre pueden observarse a los ratoneros en cortejo. La puesta, una sólo al año, suele comenzar a partir de marzo y consta normalmente de 2 a 4 huevos, con un período de incubación de unos 32 días. El tamaño medio de los huevos es de 60×44 mm. Los polluelos se vuelven independientes después de los 40-55 días.